¿Por qué se le ponen las hojas amarillas a mi bonsái?

Te has informado de todos los cuidados que precisa tu árbol, lo revisas constantemente para que no le falte de nada y procuras mimarlo… aun así, se le ponen las hojas amarillas a tu bonsái. ¿Por qué podría ser?

En este blog planteamos diferentes situaciones que pueden causar que las hojas de nuestros bonsáis se vuelvan amarillas y te ayudamos a encontrar soluciones.

Hojas amarillas en los bonsáis

El color verde característico de las plantas es gracias a la clorofila, un nutriente que genera la planta para alimentarse. Cuando falta este nutriente el color verde se vuelve más pálido, incluso amarillo. Esta falta de la clorofila recibe el nombre de clorosis.

¿Qué pasa si no hay clorofila? La fotosíntesis no funciona de forma adecuada y, como consecuencia, la hoja afectada se seca y cae. Otra cosa a tener en cuenta es que una hoja afectada por la clorosis es más propensa a poder sufrir plagas.

Principales causas de las hojas amarillas en los bonsáis

Mala técnica del riego

Uno de los errores más frecuentes es no habernos informado adecuadamente de las necesidades hídricas de nuestro bonsái. Esto, además de fatales consecuencias para el bonsái, también nos puede dar problemas como la clorosis. Es habitual que, si nos hemos pasado con el agua, gran parte de las hojas de tu bonsái están de un color amarillo intenso.

Solo una parte del bonsái tiene las hojas amarillas

Cuando los bonsáis, y las plantas en general, no pueden cubrir sus necesidades hídricas tiran una parte de sus hojas para poder ahorrar la poca agua que tienen. En ese caso tu bonsái solo tendrá alguna parte que está amarilla. Nos estará indicando que tu bonsái no está recibiendo suficiente agua. Si quieres revisar este punto no te puedes perder el vídeo donde te explicamos la técnica del riego adecuada para los bonsáis ubicados en el interior y al exterior.

Mala ubicación

Para hacer la fotosíntesis de forma correcta, es imprescindible que nuestro bonsái goce de una buena iluminación solar. Debemos recordar que un bonsái no deja de ser un árbol. Si lo tenemos dentro de casa, debemos tener en cuenta sus necesidades lumínicas. Si está en alguna ubicación donde no recibe la luz suficiente podremos notarlo de varias formas.

Las hojas nuevas serán cada vez más grandes y en menor cantidad. Podremos ver como las ramas del bonsái se van en una dirección en concreto para poder buscar y aprovechar al máximo la poca luz que tienen. El pequeño árbol perderá su forma. La clorosis también puede aparecer en estos casos. Notarás que las hojas que reciben menos luz cada vez se tornan más de un amarillo pálido.

Falta de Nitrógeno

El Fósforo, el Potasio y el Nitrógeno son los principales nutrientes que necesitan los bonsáis y las plantas para poder vivir bien. Por su importancia, la falta de alguno de estos nutrientes puede conllevar algunas consecuencias negativas a nuestros bonsáis.

La falta de Fósforo y Potasio puede afectar en el desarrollo de las raíces y la floración/fructificación. Por otro lado, al Nitrógeno es el responsable de potenciar el color verde de las hojas, además de contribuir en el crecimiento. Para estos casos podemos aplicarle un abono rico en entre nutriente, como puede ser el Nutribonsai, para poder solventar este desequilibrio y proporcionar las suficientes reservas al bonsái.

Falta de hierro

La falta o la mala absorción del hierro también puede ir con la mano de la clorosis, en este caso, la clorosis férrica.

Para estos casos te recomendamos revisar si el sustrato en qué está el bonsái es el adecuado y aplicarle Ferrobonsai (quelatos de hierro) para darle al bonsái este micronutriente necesario.

Esperamos haberte podido ayudar con el cuidado de tus bonsáis y te animes a ampliar tu colección.

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